sábado, 18 de octubre de 2008

Vida útil. ¿Tiene sentido la vida sin Dios?

Soy de los que sienten la molesta necesidad de encontrarle sentido a las cosas. No me satisface el hecho de hacer algo por hacerlo, por inercia, por que es lo que se supone que haga, o lo que "siempre" se hizo. Tengo que encontrarle sentido. Encontré varios por acá a los que les pasa los mismo. Síndrome post moderno tal vez. Como sea, esto me lleva en definitiva a preguntarme por el sentido de la vida misma, cuestión esta que a desvelado a muchos.

Intentaré apenas comenzar a encarar el tema, sin la pretensión de llegar a enunciados concluyentes y prescindiendo en lo medida de los posible de respuestas preconcebidas, de esas que enseguida nos saltan a la mente pero no representan ideas propias. No lo haré con intención de impartir conocimiento a nadie, sino simplemente como desarrollo de las ideas que me van surgiendo en la búsqueda de respuestas. El que quiera puede participar, el que se pregunte de que rayos estoy hablando, lo más probable es que se aburra y se vaya a otro lado. Todo bien.

La pregunta que inquieta a muchos suele formularse en términos de saber cual es el sentido de la vida. Mi molesta necesidad de llegar al fondo de diversas cuestiones me empuja a preguntarme si el que se ha dado por fondo realmente es el fondo y a plantearme el planteo mismo del que generalmente se ha partido. Aclaro (creo). En este caso, por ejemplo, me veo movido a preguntarme si la pregunta misma por el sentido de la vida es valida y llegando a una instancia anterior me pregunto en primera lugar, no cual es el sentido de la vida, sino, de hecho, si la vida tiene un sentido y si es necesario que lo tenga. Después de todo, muchas cuestiones que el hombre contemporáneo ha dado por sentadas, han sido puestas en duda por sociólogos e historiadores, alegando que en realidad son fruto de la sociedad actual, y fueron concebidas de otra forma por generaciones pasadas. No será en este sentido, la necesidad de asignarle un valor a la vida, resultado más bien del pensamiento capitalista propio de la edad moderna, siempre en busca de beneficios y resultados? En el antiguo régimen, el noble o el campesino, quizás se limitaban a vivir o a sobrevivir, sin preocuparse por el sentido o la utilidad de la vida. Esto de asignarle utilidad o valor a las cosas parece más propio de la modernidad.

Creo encontrar una respuesta a estas cuestiones en el texto de 1 Pedro 1:18. Allí se dice a los expatriados de la dispersión, que fueron rescatados de su vana manera de vivir, la cual heredaron de su padres...etc. No voy a entrometerme mucho con el griego porque no dispongo del conocimiento necesario, pero la palabra traducida como "vana" parece dar justamente la idea de vacío, inutilidad, o carencia de resultado. Si se dice de alguien que fue rescatado (redimido) de este tipo de vida, evidentemente existe otro tipo de vida. Si existe una vida que no es vana e inútil, necesariamente es útil y fructífera, ya que no hay en este caso otra opción1.

La pregunta sobre si la vida tiene sentido, se ve contestada entonces en forma positiva, por lo menos en lo referente a cierto tipo de vida. Ahora bien, cual es este tipo de vida? Una primera aproximación a la respuesta se desprende automáticamente del mismo texto: para que la vida tenga sentido es condición necesaria haber sido redimido por Cristo, ya que su sangre es el precio pagado para rescatarnos de una existencia fútil.

Sin duda habrá mucho más que profundizar, pero llegamos por lo menos a una reconfortante primera conclusión: hay una a forma útil de vivir disponible para aquellos salvados por Cristo. Tal vez no sea muy diferente a la que se suponía desde un principio, pero creo que es alentador llegar a ella sin necesidad de recurrir a formulas preestablecidas.

Palabras claves: ¿Tiene sentido la vida sin Dios?



1 Uno de los principios ontológicos generalmente aceptados como puntos de partida para el razonamiento filosófico, dice que no hay termino medio entre el ser y el no-ser. Aunque resulte obvio, aclaro esto para no dar la impresión de llegar a conclusiones apresuradas, porque hay opciones que no son excluyentes. Que algo no sea de color blanco no significa que sea negro, puede ser verde o anaranjado, pero si algo no es inútil, necesariamente es útil.