Si, pues, coméis o bebéis, o hacéis otra cosa,
hacedlo todo para la gloria de Dios.
1 Corintios 10:31
En la empresa donde trabajo la mayoría de los empleados son cristianos. Esto da lugar a ciertas circunstancias un tanto atípicas, que no se dan a lo mejor en otrros lugares. Una de ellas por ejemplo es el lo que pasa con la música. En un servidor hay una carpeta con MP3 a la que cualquier computadora conectada a la red puede acceder. Hasta quí nada fuera de lo normal. El tema es que entrando a esta carpeta, que lleva por nombre MÚSICA o MP3 hay a su vez otras dos carpetas, llamadas, como ya muchos imaginaran, una secular, y la otra cristiana.
Esto es ilustrativos de una visión del mundo muy común en el ambiente cristiano. Creemos que todo debe catalogarse bajo alguno de estos dos rótulos, excluyentes entre si.
Vía la Monja llegué al blog Palabra Lateral, donde Benjamín, su autor, hace referencia en un artículo, a "la falsa división que existe entre lo espiritual y lo secular", y digo aquí lo mismo que dejé posteado allí en un comentario, con respecto a esta frase. A veces algunos cristianos queriendo expresar una idea similar, dicen que no hay que ocuparse exclusivamente de cuestiones espirituales sino también de las seculares. Aunque parezca solo una diferencia semántica, creo que es mas acertada la expresión utilizada por Benjamín. La división entre espiritual y secular me parece arbitraria.
Mi vida no debe estar separada en carpetitas. De otro modo no le estaría entregando todo a Dios, como dicen tantas canciones que nos gusta cantar, sino solo aquello archivado en el lugar indicado.
Entiendo que en la vida del creyente todo debe ser considerado actividad espiritual. No solo acciones como orar, leer las escrituras o desempeñar alguna ministerio en la iglesia, sino también otras como trabajar, estudiar o tener un pasatiempo. Y tampoco estoy muy convencido de que algunas de estas tengan mayor valor espiritual que otras. De otro modo podría por ejemplo ser negligente en mi trabajo y pensar que esto no es tan grave como serlo en alguna de esas cosas "mas espirituales".
Además yo no puedo cambiarme a mi mismo, a mi personalidad, pasando de ser o actuar de manera espiritual a secular, según la circunstancia, de la manera que se cambia un automóvil de andar con gas, a andar con nafta1. Si soy espiritual tengo que serlo tanto dando un sermón en la iglesia como jugando un partido de fútbol en la cancha del barrio.
Sin intención de dogamatizar al respecto, se me courre que tal vez la clave consista en encontrar la voluntad de Dios y estar haciendo a cada momento lo que El quiere que haga, de la mejor manera posible. Alguno me dirá que es utópico, pero creo que es una buena forma de entender lo de "hacer todo para la gloria de Dios".
1 En Argentina muchos automóviles suelen tener aparte del tanque en que se almacena la gasolina común(nafta), un tanque de gas, ya que este resulta un combustible bastante más económico. Uno puede pasar por lo general de nafta a gas o viceversa, mientras conduce, por medio de una simple tecla.